CCC San Carlos

Formando líderes en investigación científica y tecnológica

 

El Colegio Científico Costarricense de San Carlos se ubica en el Campus Tecnológico Local San Carlos del Instituto Tecnológico de Costa Rica. Abrió sus puertas en 1993, el mismo año en el que se inauguraron las sedes hermanas de Liberia y San Ramón, ubicadas en campus universitarios de la UCR, y de Pérez Zeledón, en la UNA. Sin duda, un gran paso para un grupo de personas que intentaban romper la creencia de que los mejores estudiantes estaban en instituciones del Valle Central. Y un nuevo reto para estas primeras generaciones provenientes de diversos contextos, pero con un común denominador: ser estudiantes de excelencia y querer enfrentar nuevos desafíos.

El CCC San Carlos tiene como zona de influencia a la Región Huetar Norte del país, conformada por los cantones de Upala, Guatuso, Los Chiles, San Carlos, Sarapiquí y Río Cuarto, y los distritos de Peñas Blancas de San Ramón y Sarapiquí de Alajuela.

El personal docente lo componen principalmente profesores universitarios del Tecnológico de Costa Rica, la mayoría de ellos con gran experiencia en docencia universitaria e investigación y con un gran prestigio profesional y académico.

Sin lugar a duda, los logros en investigación científica y tecnológica han sido uno de los motivos de mayor satisfacción y orgullo para los estudiantes del Colegio Científico Costarricense de San Carlos, para sus padres y madres, para sus tutores y para la institución en general. Desde su creación en 1993 -y hasta la fecha- se han obtenido los primeros lugares en la Feria Nacional de Ciencia y Tecnología.

Asimismo, nuestros estudiantes han participado en 11 ocasiones en la Feria Internacional de Ciencia e Ingeniería de INTEL (conocida como ISEF, por sus siglas en inglés). También han competido en dos oportunidades en la Muestra Internacional de Ciencia y Tecnología (MOSTRATEC), realizada en Brasil.

Es indiscutible que el Sistema Nacional de Colegios Científicos de Costa Rica ha contribuido a la educación de jóvenes con vocación científico-tecnológica de todos los estratos sociales y de todos los rincones del país.

También es evidente el acierto del vínculo creado entre universidades públicas y colegios científicos. Esta relación ha generado importantes logros a la educación costarricense y valiosas oportunidades para jóvenes talentosos con un alto sentido de compromiso, esfuerzo y dedicación, quienes han recibido una formación integral de altísima calidad; contribuyendo así a la movilidad social, aspecto medular en una región como la Huetar Norte, cuyos indicadores socioeconómicos y educativos están entre los más bajos del país.